Tour Calabria y Sicilia

El “mezzogiorno” de Italia merece ser descubierto, recorrido, vivido hasta… la punta y más allá. Es por eso que el recorrido natural de nuestros viajes en la “Bota” no puede no tener en cuenta de Calabria, tierra de sol y de antiguas tradiciones, de mar azul y de montañas empinadas. Arrancando de Nápoles encontramos Lamezia Terme, provincia joven y dinámica donde hacer una pausa agradable y desde la cual moverse hacia la maravillosa Tropea. Ya puerto seguro de los antiguos Romanos, después ciudad de los Normandos que allí construieron la bella catedral, es también conocida en la gastronomía por su cebolla, roja y sabrosa. Después de esta el pueblo de Scilla, que se asoma al estrecho de Messina, trampolín natural y mitológico hacia otra tierra…

Los antiguos Griegos la llamaman “Trinacria” por su forma triangular, nombre que aparece hasta en la “Odisea”. De hecho, Sicilia forma un triángulo nada regular, así como su historia milenaria, que pasó desde la Magna Grecia hacia el Imperio Romano a los Bizantinos y los Normandes, hasta la dominación de los arabes y posteriormente de los Franceses, Españoles y, para terminar, de la familia piemontes de los Savoiam que unió la isla a Italia. En esta isla el sol da vida todo el año a naranjos, limones y flora mediterránea, moldeando al mismo tiempo el caracter de los pueblos, los que por aquí pasaron y los que pasarán.

Ahora nos toca a nostros recorrerla y empezamos por la cabezera, Palermo, ciudad fundada por los Fenicios y, desde siempre, punto de encuentro entre Oriente y Occidente, centro de la exuberante Conca de Oro, donde se encuentra la catedral que luce por su estilo arquitectónico y que estuvo reconstruida varias veces; también brilla a través de los siglos la Capilla Palatina, parte del edificio de Palacio de los Normandes.

Otros ilustres ejemplos de este arte se encuentran en el domo de la cercana Monreale, patrimonio UNESCO. Incluida en el patrimonio está también la Valle de los Templos, sitio arqueológico conocido por el estraordinario estado de conservación, que nos permite contemplar los templos doricos, datados en la época en la cual la ciudad de Agrigento – lugar de nacimiento del escritor y dramaturgo Luigi Pirandello – llevaba el nombre griego “Akragas”.

 

En la ruta que permite ver Enna, la ciudad más alta de Italia, llegamos a los pies del Etna, el volcán más grande de Europa y todavía activo, así que pasa que se asista al espectáculo de sus erupciónes, visibles desde la ciudad que està a sus pies, Catania, cuyos símbolos son su domo y la estatua del elefantito.

Aún más al sur, llegamos en Siracusa, ciudad de los atardeceres increíbles sobre la bahía homónima, que se pueden admirar desde la isla de Ortigia, nacida como la principal polis de la Sicilia griega y patria del mayor científico de la antiguedad: Arquimede. En la misma provincia se encuentran Avola, donde es recomendable visitar un lugar de producción del vino local, el famoso Nero, y la ciudad de Noto, mejor conocida come “la capital del Barocco”.

Una vez pasado Acireale, en la Riviera de los Ciclopes, no se puede no parar en la que, al final de los ’60, ha sido la capital de la “dolce vita” siciliana, lugar turístico de estrellas internacionales del cine, de la literatura y de la política, la maravillosa Taormina, con sus locales históricos, las boutiques con las marcas más de moda y el Teatro Histórico, de origen helénica, la cual escena tiene como trasfondo el Mar Ionio y el Etna y que aún hoy recibe a conciertos sinfónicos, opera lírica y varios eventos culturales, como las premiaciones del David de Donatello.

Dirigiendonos hacia el norte, llegamos finalmente en Messina, la última etapa de nuestro tour, desde la cual volver al “continente”, pasando encima de las aguas del estrecho, un tiempo controlado por Scilla y Cariddi, monstruos terribles y mitológicos en la tierra donde Mito y Historia se unen con la naturaleza y la calidez humana en una mezcla única, eterna y imperdible.

Mira el video del Tour!

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